Y de repente un día te das cuenta de que lo que ayer se quedaba en un te quiero hoy adquiere otra atmósfera. Empiezas a darte cuenta de que lo que empezó de pasatiempo se convierte en un día a día. De que tus sentimientos empiezan a latir con más intensidad. Todo adquiere otro color, tu cielo se nubla pero rápido sale el Sol. No sabes qué hacer, te sientes libre pero a la vez atrapada. Nada es como ayer pero tampoco será como mañana. Al fin y al cabo nada es previsible, los sentimientos surgen y nadie puede hacer nada. Sólo queda elegir; esperar lo inesperado o abandonar lo comenzado.
lunes, 27 de mayo de 2013
*INSERTE TÍTULO*
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario